Labores mineras de Cecos: cortas de El Castelo

Las cortas de El Castelo, forman parte del conjunto de labores mineras de la orilla derecha del Ibias, que permitieron la explotación de yacimientos primarios de oro. En Cecos y Villamayor, además de estas cortas y las A Pena del Corvo, hay restos de los sistemas hidráulicos mineros, de estériles gruesos y finos y de otros elementos, como los mortero de Cecos y Pousadoiro para la trituración del mineral.

Labores Cecos

Las labores identificadas en las inmediaciones del asentamiento de El Castelo, al noroeste de Cecos, están formadas por dos cortas de dimensiones reducidas (cortas de El Castelo 1 y 2). En la actualidad están cubiertas por un vegetación espesa, que dificulta su reconocimiento e interpretación sobre el terreno. El Castelo 1 es la de mayores dimensiones (algo más de 100 m de longitud, unos 40 m de anchura máxima y 15/20 de profundidad) y está situada inmediatamente al norte del castro de Cecos, por cuyo flanco oeste pasa el canal de evacuación, de forma casi tangente, de manera que lo delimita. Es muy posible que los fosos que definen por el norte al asentamiento se hiciesen aprovechando el abastecimiento hidráulico de las labores. En la parte alta se conserva un depósito de abastecimiento y explotación de unos 30 x 10 m. El canal de abastecimiento entraba por el este, procedente de la reguera de El Castelo.

La corta de El Castelo 2 está situada al este de la primera y es de menores dimensiones. Su canal de evacuación salía en dirección al río y los estériles de esta labor desembocan en la reguera de El Castelo, donde han formado una cola de lavado de algo más de 2 m de potencia máxima, como puede apreciarse en los frentes de erosión causados por la propia reguera.

Corta Castelo deposito