En esta parte de su cuenca alta, el río Navia se nutre de diversos tributarios, como el río Ser, el río de Queizán, el de Larxentes o el de Rao. El relieve está marcado por las alturas de Ancares al este y una serie de sierras paralelas a estos en dirección SE a NO, entre las que discurren los afluentes del Navia, conformando un característico relieve herciniano. Hacia el sur, en los altos de Cebreiro, Piornal y Albela se encuentran las fuentes del río. En Navia de Suarna el valle es relativamente abierto; más hacia el norte, el Navia se encaja formando un valle más cerrado y aislado.
Hasta ahora se han documentado unas cuarenta labores mineras de oro romanas. La mineralización primaria está asociada a cuarcitas y pizarras del Ordovício Inferior (Serie de Los Cabos). En la zona de estudio se han identificado escasas labores en roca, ubicadas al norte del concello. La mayoría de las explotaciones se basaron en el beneficio de las terrazas del río Navia constituidas, mayoritariamente, por aluviones cuaternarios.
Los conglomerados (cantos rodados de cuarcita en matriz arenosa o arcillosa) fueron sistemáticamente explotados en todos los meandros del río y en algunos de sus afluentes. En la mayor parte de los casos se recurrió al lavado de las masas de aluviones próximos al cauce del río; pero en cotas algo más altas se explotaron también depósitos cuaternarios. Así, se han identificado labores en terrazas a tres niveles: el más elevado, unos 150 m por encima del Navia; el segundo nivel unos 85-100 m sobre el curso y el inferior, formado por las terrazas más modernas, como máximo 40 m sobre el río. Solo en algunas labores, donde el espesor de sedimento aurífero era mayor, se aplicaron técnicas más complejas como zanjas-canal o cortas de arrastre. As Meduas, en Penamil, son un buen ejemplo.
En algunos puntos son visibles los frentes de las labores, muy alterados por el laboreo agrícola, y las importantes acumulaciones de estériles gruesos. Se trata pues de una secuencia de pequeñas labores, que consiguieron la explotación sistemática de los yacimientos secundarios del alto Navia. Por el momento, no se han identificado elementos de redes hidráulicas.
A pesar de que el volumen de sedimento removido en cada una de las explotaciones es pequeño, en comparación con otras zonas próximas, la intensidad con la que fue explotada la cuenca prueba el interés de estos yacimientos secundarios, consolidados o no. Buena muestra de ello es la intervención en el propio cauce del río como es el caso de O Calexón do Cuedo o Pena Tallada para facilitar el lavado de los placeres fluviales.
O Calexón do Cuedo o Penatallada
Penamil: As Meduas o Escanarega