Metodología

El proyecto IVGA se articula en torno a la Arqueología del Paisaje. Esta aproximación a las sociedades antiguas se basa en el potencial que ofrece la investigación de las relaciones territoriales, para comprender las sociedades antiguas en toda su complejidad. El paisaje es síntesis, tanto de los vínculos que se establecen en y entre comunidades, como de éstas con el entorno a lo largo del tiempo. El paisaje que hoy percibimos acumula huellas de esos procesos históricos, que conviven con la marca, normalmente mucho más obvia, de las intervenciones actuales. Algunas huellas del pasado son visibles y evidentes, como edificaciones u obras de infraestructura; otras son visibles, pero requieren conocimientos y métodos específicos para ser detectadas e identificadas, como parcelarios o labores mineras; otras son invisibles y requieren la aplicación de otros métodos de identificación y análisis, como ocurre con elementos enterrados o con el registro paleo-ambiental, con frecuencia microscópico.

Fotografia arqueológica

La Arqueología del Paisaje pone en juego conceptos, métodos, documentos y técnicas, que conforman la estrategia de la investigación, es decir, la metodología. En primer lugar, se basa en la consideración de un registro arqueológico en sentido amplio, del que forma parte el registro material tradicional (estructuras constructivas, objetos muebles realizados en distintos materiales…) y los sedimentos, a partir de los que se obtienen datos sobre condiciones ambientales, antropización del medio, procesos productivos o prácticas de consumo y socialización. A estos datos, normalmente obtenidos dentro de los yacimientos arqueológicos, hay que unir el registro off-site, que proporciona un rico caudal de información relacionada con la explotación de recursos y la articulación del territorio. Hay, además, un registro inmaterial, que se puede investigar a partir de fuentes arqueológicas y documentales, y que refleja los procesos ideológicos y políticos de creación de territorios (fronteras, jerarquías…), las construcciones intelectuales sobre el paisaje (como la sacralización de espacios) y sus huellas (iconografía, cartografía histórica, toponimia…).

Lo realmente importante no es la documentación aislada de esta serie de elementos, sino las relaciones entre esos registros; solo así es posible interpretarlos en términos sociales y obtener información sobre las comunidades que han habitado un territorio. Esta investigación no solo genera conocimiento sobre nuestro pasado, sino que, además, puede contribuir a seguir construyendo paisaje hoy y en el futuro, de manera respetuosa con el patrimonio cultural y natural que conserva y participando en un desarrollo duradero.

Levantamiento topografico

En la Arqueología del Paisaje tienen especial protagonismo las técnicas no destructivas, basadas en distintos tipos de prospecciones, estudios topográficos y muestreos. Pueden ser aplicadas en zonas amplias, con cobertura total (por ejemplo cuando se analiza una zona con fotografía aérea) o de forma selectiva (prospecciones sobre el terreno o muestreos).

Hemos seleccionado algunos de los trabajos de campo y estudios que desarrollamos en IVGA: teledetección, prospecciones sobre el terreno, topografía, muestreos geoarqueológicos, sondeos arqueológicos, análisis arquebotánicos, fuentes históricas y fuentes orales.