Vino

El cultivo de la vid y la producción de vino destacan principalmente en el concejo de Ibias, con 25 ha dedicadas a la vid, siendo el segundo productor de vino del Principado de Asturias, detrás de Cangas del Narcea. En Candín no hay tradición ni cultivo y en Navia de Suarna solo se ha registrado 1 ha dedicada a la vid.

Se considera que las primeras evidencias del cultivo de la vid en El Bierzo y en Cangas del Narcea se remontan al siglo IX, aunque en Ibias las referencias más antiguas son del siglo XV. El cultivo entró en crisis a finales del siglo XIX, cuando la filoxera, el mildiu y el oídio afectaron a las cepas cultivadas. Aunque se produjo una introducción de cepas resistentes, el éxodo rural de la segunda mitad del siglo XX supuso un abandono del cultivo de la vid. Solo hace unos años ha empezado a reactivarse, a raíz de la popularidad de los vinos asturianos con Denominación de Origen Protegida Cangas, cuya producción se extiende por los concejos de Allande, Cangas del Narcea, Degaña,Grandas de Salime, Ibias, Illano, Pesoz y Tineo.

El cultivo aprovecha laderas soleadas y abrigadas por debajo de los 500 m y con frecuencia con fuertes pendientes; cuando son cultivos dispersos de pequeña superficie no suele haber bancales, pero se dan también cultivos en terrazas en viñas más amplias. Todo ello hace que la mecanización sea casi inexistente. La mayor parte de la producción en Ibias es para consumo doméstico, aunque la demanda por parte de bodegas de DOP Cangas es creciente.

El grupo de investigación sobre viticultura (Misión Biológica de Galicia del CSIC), dirigido por María del Carmen Martínez Rodríguez, realiza novedosos estudios sobre la producción de vino en el noroeste peninsular: determinar las variedades de vides, generar bancos de datos, semillas, herbarios, imágenes… Destaca el importante trabajo de documentación histórica, apoyado en fuentes escritas e iconográficas, en especial los retablos barrocos con representaciones decorativas de racimos, cuyas variedades pueden identificarse.

Los emparrados forman parte de la imagen de algunos de los pueblos de la zona, como los de Marentes.