El autor, sefardí estadounidense originario de Esmirna, recapitula nostálgicamente sobre el pasado sefardí, evoca usos y costumbres y anécdotas de su niñez en la comunidad esmirniota y defiende la españolidad de los sefardíes, en la línea de Ángel Pulido. Con un prólogo de Gabriel Alomar.