Compara la lista de sefardíes con los que se carteó Ángel Pulido en los primeros años del siglo XX con la lista de informantes de las encuestas de campo llevadas a cabo por Manuel Manrique de Lara en 1911 por encargo de Ramón Menéndez Pidal, y saca conclusiones acerca del distinto nivel sociocultural de unos y otros.