El artículo estudia la evolución de la novela –un género importado que llegó a la literatura en judeoespañol en el siglo XIX– entre los sefardíes del Imperio Otomano. Para ello toma como ejemplo dos novelas románticas: Celia y Olindo de Sara Abraham Simán-Tob y Pasión de Isaac Artitti. Se subraya la influencia de los modelos franceses, y la doble función de entretenimiento y de transmisión de una determinada ideología, centrada, en este caso, en la oposición entre las costumbres de la tradición sefardí y la nueva vida “a la franca”. En la conclusión se llama la atención sobre el hecho de que estas novelas constituyen una importante muestra de la creatividad de las comunidades sefardíes, pues, aunque toman como modelo géneros extranjeros, los adaptan a sus propias preocupaciones y sensibilidades.