Analiza el papel de la poesía en la construcción de la memoria, a través de la obra poética de tres autoras sefardíes del siglo XX: Margalit Matitiahu, Clarisse Nicoïdski y Mijal Held.
Se centra en algunos temas de la poesía de estas autoras, como el tratamiento de la voz de la madre, la descripción o alusión a espacios de la vida privada (la casa, el kurtijo), o la mirada al mundo con los ojos de los olvidados. Señala también los ecos de una copla tradicional sefardí ("Irme kero, madre, y a Yerusalayin") en un poema de Mijal Held ("Irme kero, madre, a Salonik").