Basándose en la Historia de Alexandros el Grande, rey de Macdonya, publicada en Viena en el año 5650 (1889-1890), traducida no se sabe si del alemán o del yidish, el artículo presenta una serie de consideraciones sobre la actitud de los sefardíes de Viena hacia el judeoespañol, que va desde el auto-odio lingüístico hasta los intentos de regeneración del judeoespañol (considerados una lengua bastadreada, un jargón) por medio de su acercamiento al español moderno o al francés.
Se analizan algunos rasgos lingüísticos, como la fluctuación de los sufijos en -ble/-vle, las irregularidades en la morfología verbal (con utilización de infinitivos reconstruidos sobre formas conjugadas, las formas verbales complejas o la fluctuación en la conservación de los diptongos en el infinitivo, y otras formas verbales anómalas), el uso de concordancias de género poco habituales o el gerundivo. Todo ello se ilustra con tablas comparativas.