Pulido recoge en numerosos pasajes de su libro alusiones a Micca Gross (Españoles sin patria y la raza sefardí).
Publica una foto suya (p.24) en la que es nombrada como María (Micca), originaria de Sarajevo y cuyos antepasados eran de Alcalá de Henares. Citada en lista de corresponsales (p. 292).
Pulido anota que a medida que fue recibiendo cartas de Micca, su estilo y expresión se fue haciendo más correcto. En varias ocasiones dice de ella que era "inteligente y bella amiga". Publica de ella varias cartas y fragmentos, así como fotos diversas (pp. 24, 321)
La carta del 26 de abril de 1904 (p. 78-79) recoge una canción que cantan las niñas, y la explicación del juego (en el que "el caballero" elige novia entre las presentes).
Otra del 12 de julio de 1904 (pp.258-259) cuenta tratamientos y bendiciones entre mujeres, y anota un canto de bodas. A continuación, Pulido recoge otro fragmento, anterior, en el que Micca dice [El feminismo no penetró donde nosotras aún; el hombre es lo que es: el rey de la tierra.] hablando de la moral que se inculca a la muchacha sefardí, con alusión a los idiomas que hablan y la educación en colegios de monjas en Sarajevo.
Varias cartas, o fragmentos, se recogen en el apartado destinado a Trieste (pp.321-330). Pulido hace una reflexión sobre la sra. Gross y dice que conoció la campaña de Pulido porque leyó artículos suyos en La Ilustración; y él la utilizó como informadora para ponerse en contacto con otros sefardíes de Bosnia y Serbia. Ella le puso al corriente de las costumbres matrimoniales, anota canciones y hace reflexiones sobre el uso del judeoespañol.
Puso en contacto a Pulido con Benko S. Davitscho (ver aquí su relación con Pulido).
Años después, en 1923, Pulido publicó su libro Mica. Homenaje a la mujer hebrea, en el que evoca su relación con Mica Alcalay y la prematura muerte de ésta, debida a un accidente doméstico, en 1904.