Aparece nombrado en una carta de Gad Franco (Españoles sin patria y la raza sefardí, p.110) en la que éste informa a Pulido de la campaña que J. Danon había llevado a cabo [para imponer el empleo del verdadero español con sus caracteres y su fonética].
Pulido lo cita como Jacques Danon en su lista de corresponsales de Turquía (p. 293) y en las alusiones que hace de él; solo confunde su nombre con Jaime Danon en una ocasión (p.112). Publica una foto suya (p.134), y otras que éste le envía (pp. 424-425) de dos ilustres sefardíes: [Roberto Effendi Misrachi, Gobernador (?) del vilayeto de Andrinópolis] y de [Rafael Behmoisam, Gran Rabino, que fue, de Andrinópolis].
Pulido recoge a lo largo de su libro varias alusiones a J. Danon (pp.110, 112, 132, 144, 158); publica la traducción de un extenso artículo de Danon (pp.133-142); y lo nombra en el capítulo relativo a Adrianópolis / Edirne (pp.423-424) pero no reproduce ninguna de sus cartas.
Pulido lo reconoce como "castellanista", partidario de castellanizar el judeoespañol, por lo que le dedica un capítulo completo (capítulo VI, pp.131-142). En él reproduce el artículo "En busca de una lengua" que Danon había publicado en tres partes en la revista de París L'Univers Israélite (20 de agosto y 15 y 26 de septiembre de 1902). En él resume la polémica sobre el uso del judeoespañol entre David Fresco de El Tiempo y Sam Levy de La Época; analiza la cuestión de la adopción del turco, sus razones, ventajas y desventajas; propone la conservación del judeoespañol [al que hayamos puesto piel nueva] e insiste en lo fácil que sería: si la prensa sefardí ha logrado [imponer al público una lengua especial, muy distinta de la lengua hablada, y que no puede ser comprendida sino a la larga y después de cierta aplicación por parte de los lectores], sería igual de fácil rehispanizar. Acusa a los periódicos de pervertir el judeoespañol por las influencias del italiano y del francés, con ejemplos de vocabulario. Propugna que se escriba en caracteres latinos, introduciendo poco a poco colaboraciones en ellos en los periódicos. Propone la participación de la Alianza Israelita Universal para que se ofrezca el judeoespañol como lengua extranjera. Entiende que una de las utilidades del judeoespañol estará en la emigración a Hispanoamérica.
Dice de él que era publicista, colaborador en periódicos de París, Constantinopla y Salónica, antisionista, caballero de la Orden Imperial de Medjidié, jefe de administración de la renta otomana de tabacos en Adrianópolis, y condecorado por muchos gobiernos: turco, francés, italiano, griego, persa... Por todo ello, ocupa un puesto de alta consideración pública.
Pulido lo cita, junto a otros, como uno de los publicistas que debiera tener una condecoración del Gobierno por su defensa del español (p.613).
Era primo-hermano de Abraham Danon (ver aquí su relación con Pulido).
Para más información sobre Jacques Danon, ver aquí.