Profesor y secretario-intérprete del Consejo de los Representantes de la Comunidad de los israelitas españoles en Bucarest.
Pulido publica dos cartas suyas en uno de los capítulos de Los israelitas españoles y el idioma castellano (p.144-151).
En la fechada el 23 de febrero de 1904 Bally cuenta que fue a través de su consuegro Lázaro Ascher (véase aquí su relación con Pulido) como conoció las cartas de Pulido desde Viena publicadas en El siglo médico (y éste anota a pie de página que se trata de las cartas de su hijo).
Ofrece argumentos a Pulido para que pueda responder al Ministro de Estado, y habla entre otras cosas de la necesidad de [revocar oficialmente el funesto edicto de 1492] (Pulido anota que efectivamente ya está revocado en la Constitución), asunto que insistirá en su carta posterior. Dice que la nacionalidad de los expulsados [daría a España cerca de un millón de hijos, devotísimos y fieles, ahora esparcidos por todo el oriente] (p.145).
En esa misma carta le envía copia de la carta de junio de 1897 que envió a G. Cavadia, cónsul de España en Ibrail / Braila (Rumanía), en la que recoge datos relativos a las ocupaciones de la población judía en Rumanía, las sinagogas y su administración, o el nivel cultural, en el que incluye a las mujeres (p.148). Dice que no hay en Bucarest una sola publicación en judeoespañol, a pesar de que treinta años antes todos la utilizaban en sus negocios o en sus casas.
En carta del 11 de marzo de 1904 da noticia de haber recibido los encargos de libros, vuelve a hablar de abrogar el edicto de 1492, e informa a Pulido de los libreros que conoce (p.151)
Aparece citado en el listado de corresponsales de Españoles sin patria y la raza sefardí, p. 293.