La exposición Poetas del cuerpo. La danza de la Edad de Plata está estructurada en cuatro grandes ámbitos, que responden a criterios cronológicos. El relato se inicia en la bisagra de los siglos XIX y XX , para situar al visitante en el panorama cultural en el que se imbricaban la danza clásica y académica del Teatro Real y el Liceo, así como otro tipo de vertientes escénicas, desde las variedades hasta el flamenco de los cafés cantantes. La llegada en 1916 de los Ballets Russes de Diaglilev en la primera de sus giras por España constituiría un punto de inflexión en la historia de la danza, sirviendo de modelo colaborativo entre bailarines, literatos, músicos y pintores. La circulación de otras compañías extranjeras y las nuevas propuestas ofrecidas por creadores e intelectuales españoles supusieron el revulsivo necesario para el inicio de una danza nueva a mediados de los años veinte. Aunque en 1925 el cierre del Teatro Real afectó negativamente a la evolución de la danza clásica, que lubo de sobrevivir en otros escenarios y academias, el estreno en París de la versión para ballet de El amor brujo de Falla por Antonia Mercé, la Argentina, avanzaba las amplias perspectivas que su futura compañía abriría hacia el final de la década. Al igual que sus Ballets Espagnols, los estrenos de Vicente Escudero, Teresina Boronat o Joan Magrinyá lograron grandes éxitos con la colaboración de poetas, compositores y artistas visuales.
La muestra, además, dirige el foco hacia la presencia de la danza en el contexto del institucionismo y la Residencia de Estudiantes. La danza moderna se incluyó en los programas académicos de sus grupos femenino y masculino, mientras que la danza española estuvo presente en actividades y proyectos desarrollados por los círculos de residentes. La amistad entre Federico García Lorca y Encarnación López, la Argentinita, la representación de la versión de E l amor brujo de la Compañía de Bailes Españoles o el proyecto frustrado del estreno de Clavileño, concebido por Maruja Mallo y Rodolfo Halffter, son algunos ejemplos de la memoria de aquellas danzas que habitaron los espacios de la Residencia. Por último, la sección dedicada a los legados de la Edad de Plata tras la guerra civil hace las veces de cartografía inacabada de los caminos que siguieron aquellos protagonistas en el exilio y durante el primer franquismo.
Secciones: 1. Una danza nueva | 2. Los años de esplendor | 3. La danza en la Residencia de Estudiantes: de Terpsícore a Telethusa | 4. Un legado tras la Guerra Civil.
Horario
Lunes a sábado de 11 a 20 h.
Domingos y festivos de 11 a 15 h.