El antisemitismo moderno revela el fracaso de la inclusión del "otro" en las sociedades modernas. Después de Auschwitz, las lógicas funcionales del antisemitismo y la exclusión persisten, pero de forma transformada. El aumento de los flujos migratorios y la consolidación de formas de vida transnacionales tienen como consecuencia que la figura del "extraño" -que en la Europa moderna tuvo su encarnación paradigmática en la estigmatización de los judíos- tienda a trasladarse a otros colectivos, alimentando nuevas praxis de rechazo del "extraño", dirigida principalmente contra inmigrantes. Antisemitismo, racismo y xenofobia no son idénticos, pero desempeñan funciones similares y aparecen a menudo entrecruzados en la conciencia cotidiana. Por su parte, las discusiones públicas sobre identidades colectivas, integración y asimilación siguen su curso como si Auschwitz nunca hubiera ocurrido. El objetivo de este panel es confrontar los puntos de convergencia y las diferencias entre antisemitismo, xenofobia y nuevo racismo. En último término se trata de articular las implicaciones de estos fenómenos para un ideal de convivencia que no puede limitarse al reconocimiento de la igualdad abstracta, sino que aspira a una diversidad real: poder ser diferente sin temor.